El Morbier es un queso francés de pasta semiblanda originario de la región de Franche-Comté, en el este de Francia. Se caracteriza por su distintiva línea de ceniza que atraviesa horizontalmente el queso, dividiéndolo en dos capas. Tradicionalmente, el Morbier se elaboraba con la leche de dos ordeños diferentes: la leche de la tarde se vertía sobre la capa de la mañana, separadas por una capa de ceniza, lo que le otorgaba su aspecto característico.
El sabor del Morbier es suave y cremoso, con un ligero toque a nuez y un aroma terroso. Su textura es flexible y untuosa, lo que lo hace perfecto para disfrutarlo solo, untado en pan fresco o como parte de una tabla de quesos.
Hoy en día, el Morbier se elabora principalmente con leche pasteurizada y sigue siendo muy apreciado tanto en Francia como en otros lugares del mundo por su sabor distintivo y su aspecto único.