FLOR DE ESGUEVA

La Flor de Esgueva es un queso artesanal español con Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), originario de la región de Castilla y León, específicamente de la comarca de Esgueva. Este queso se elabora tradicionalmente con leche de oveja cruda o pasteurizada, y se distingue por su sabor complejo y su rica textura.

La producción de la Flor de Esgueva sigue métodos tradicionales que se han transmitido de generación en generación. La leche de oveja se coagula utilizando cuajo, y la cuajada resultante se corta y se moldea en forma de pequeñas ruedas. Estas ruedas se prensan para eliminar el exceso de suero y luego se dejan madurar en cámaras especiales durante un período de tiempo que puede variar desde unas pocas semanas hasta varios meses.

Durante el proceso de maduración, la Flor de Esgueva desarrolla su sabor distintivo y su textura característica. El queso joven suele tener un sabor suave y cremoso, con notas lácticas y un ligero toque de dulzura. A medida que madura, el sabor se intensifica, volviéndose más complejo y desarrollando matices terrosos y afrutados. La textura también evoluciona, pasando de ser firme y elástica a más cremosa y desmenuzable.

La corteza de la Flor de Esgueva es natural y comestible, y puede tener un aspecto rústico con manchas naturales de moho. Esto contribuye al carácter único del queso y añade profundidad a su sabor. La pasta del queso es de color blanco cremoso, con una textura suave y untuosa que se funde en la boca, liberando sus deliciosos sabores.

La Flor de Esgueva es apreciada por su versatilidad en la cocina y se puede disfrutar de muchas maneras diferentes. Se puede degustar sola, acompañada de frutas frescas, frutos secos o mermeladas, o se puede utilizar como ingrediente en una variedad de platos, como ensaladas, pastas, risottos o tapas. También marida muy bien con vinos tintos robustos, así como con vinos blancos afrutados.

En resumen, la Flor de Esgueva es un queso excepcional que representa la rica tradición quesera de la región de Castilla y León. Con su sabor complejo, su textura sedosa y su versatilidad en la cocina, es una opción perfecta para aquellos que buscan disfrutar de la auténtica excelencia gastronómica española.